Era una niña llamada Julieta, la cual se caracterizaba por ser muy
pequeña, tenía una fascinación por los moños de todos los colores y tamaños,
siempre usaba un listón diferente y lo colocaba después de cepillarse el
cabello. Julieta; July como la conocía todos sus seres queridos era la causante
de emociones y ternura, sus mejillas rosadas y sus ojos extremadamente
expresivos provocaba en las personas un amor incontrolable hacia ella. July tenía
una peculiar forma de siempre invitar a tomar té a sus amigos los peluches y
como invitado especial a todo aquel quien la visitará los suele recibir con un
par de galletas y un té de la combinación de diferentes sabores, ella prefería
té de frutos rojos, realmente adoraba el color de esta y el sabor que dejaba al
llegar a la última gota del fondo de su taza. Un día July no tuvo invitados de
honor más que al señor Roland y sus amigos, Roland era un oso de felpa un tanto
descuidado tiene un ojo de botón colgado por un hilo no bien colocado, su
estómago parece el inicio de un arco iris por la inmensidad de veces que ha
vuelto a la vida por medio de hilos de diferentes texturas y colores todo esto
debido al exceso de té y galletas que ingería en una sola noche.
July tenía una vida realmente escrita y
aburrida, se levantaba a las 6 de la mañana, tomaba una ducha, bajaba y tomaba
un ligero desayuno, a veces su madre le daba pollo, ella aborrece el pollo,
siempre terminaba dándoselo a khaty su gata, realmente aborrecía a esa gata,
siempre era ella quien arruinaba sus más preciados peluches, era causante de un
enorme berrinche junto con lloriqueo, pero jamás por una extraña razón ha
tocado al señor Roland, creo que la gata sabía que era el juguete preferido de
july, así que seguramente nunca lo ha tocado por esa razón. El autobús estaba
por llegar, july subió rápidamente, se cepillo sus dientes, tomo sus cosas, se despidió
del señor Roland diciendo:
- señor Roland, hoy estoy llena de
nervios, al parecer será la primera vez que hablare en público, hablare de un
tema acerca del cuidado de la naturaleza, me encuentro muy nerviosa, deséame
suerte.
Llegando a la escuela, july camino entre
los asientos de sus compañeros, ella no era nada social, no saludaba a nadie,
pero siempre había un chico que la miraba con asombro desde ya hace un tiempo,
pero nunca le tomo la atención necesaria para saber si era a ella a quien
miraba o solo el chico intentaba fastidiarla, en fin, ella se sentaba en la
tercera fila del final a unos cuantos metros de la ventana donde ella siempre
volteaba realmente ella adoraba mirar a través de ella, siempre se preguntó que
se sentía volar. Una vez intento hacerlo desde la azotea de su casa y lo único
que recuerda fue que estaba en su bicicleta dando vueltas y pensó ...
seguramente si pedaleo con todas mis fuerzas, mi bici comience a flotar... después
de esos pensamientos, ella no recuerda nada más que despertar en una cama,
seguramente solo lo soñé se dijo a ella misma. Terminando las clases,
ella sube al camión de vuelta a casa esperando con ansias llegar a ver a su
querido amigo Roland y demás peluches.
Cuando July regresaba de la escuela y vio a su madre salir de su
habitación con Roland preguntándose ¿qué hará con él? Siguió a su madre muy
sigilosamente hasta la cocina en donde pasos antes de entrar a la cocina dejo
al pobre roland en una mesita junto al florero que había traído una vez la
abuela, el jarrón era espantoso, pero traía consigo las flores más hermosas que
alguien puede ver, moradas con un olor que se desataba por todo la cocina y el
comedor y junto a ellas roland. ¡Seguramente bañara a roland! Pensó la niña o
¿quizás se volvió a descoser de su panza? Miles de teorías empezaron a surgir
de su cabeza junto con algunas soluciones para poner en marcha el Plan para
salvar a Ronald. Pero que mal le podía hacer mi mamá a mi pequeño amigo, decidió
dejarle el peluche en sus manos a su mamá, aunque un poco desconcertada la
pequeña ya que su mamá tenía los ojos muy hinchados, seguramente le dio gripe,
estornudo al muñeco y lo quería lavar para que no me enfermara, si, seguramente
fue eso. La niña subió las escaleras, se dirigió a su habitación, entro y
saludo a todos sus amigos, se sentó en su mesita de té y le comenzó a servir té
a todos sus amigos contandoles acerca de su día en la escuela y preguntándoles
si sabían algo del señor Roland ya que no sabe que realmente sucedió con él. Al
parecer sus amigos desconocían el por qué lo tomaron y lo sacaron de la
habitación.
Finalmente llegó la noche, july se
encontraba dormida, pero la despertó un sin fin de ruidos en la sala. ¿Por qué
hay tanto ruido? se preguntó la niña, vio el reloj, marcaban las 11:22 p.m.
bajo en silencio, ya que si su mamá descubría que estaba despierta a tan altas
horas de la noche, seguramente la castigaría, bajo las escaleras muy silenciosamente,
vio a su mamá abrazando al señor Roland y a su abuela junto a las flores que le
había traído, no sabía por qué había tanta gente. Muy asustada la niña empezó a
caminar junto a su mamá, al ver el panorama completo vio una caja en donde se asomó
y no encontró más que su cuerpo, aterrorizada subió a su habitación y al llegar
a él se miró al espejo y vio su cráneo deformado y su listón colgándole de una
oreja.
