jueves, 7 de enero de 2016

La Historia Sin Fin

Sentado en el pasto jugando con las pequeñas ramas que se encontraba a su alrededor, sus tenis cubiertos de lodo pensando en todo aquello que había hecho, reflexionando sobre el hecho de las cosas, en su rostro se podía observar tristeza, una lagrima escurría sobre su rostro, otra lagrima recubrían el pasto, Raúl seguía sin asimilar todo lo que había pasado se preguntaba constantemente en que momento había fallado y terminado esta trágica historia. Bueno pues les comenzare a contar, Raúl era un chico con características comunes, chico tímido quizás conmigo lo era, no lo sé realmente, lo conocí un día regresando a clases, nuevo curso, nuevos profesores, realmente era algo de nerviosismo lo que corría por mi sangre, no sabía que me iba a deparar el destino, estaba lejos de mis amigos y yo no quería nuevos, ellos lo eran todo para mí y fue ahí, cuando entrando a mi última clase de historia que era lo peor del mundo, yo odio la historia, odio que siempre me hablen de guerras, gente muerta, republicanos y finalmente luchas de poder donde se sacrifican miles de vidas, realmente aborrezco la idea de la existencia de esa materia, finalmente la existe y la tendré que pasar me dije a mi misma entre dientes, finalmente encontré el salón donde me correspondía tomar dicha materia, entre al salón incluso arrastrando los pies, en verdad odio la historia. Entre al salón y me dirigí del otro lado, frente al escritorio del profesor, entre con la mirada hacia abajo, me avergonzaba que me vieran mis compañeros llegar con una actitud tan negativa, encontré una silla, baje mi mochila y la coloque sobre la mesa, me acosté en ella en lo que el profesor llegaba mientras en mi mente pasaba la palabra “ya me quiero ir, ya me quiero ir, ya me quiero ir” cuando de pronto alguien toca mi hombro y se refiere a mí con un.
-¡hola! ¿Disculpa esta es la clase de historia?
- según yo sí, es en este salón
- ¡qué bien! Me llamo Jonathan ¿y tú?
- me llamo violeta
-mucho gusto violeta ¿esta horrible el nuevo grupo cierto?
-sí, realmente extraño a mis amigos
- pero ahora tú y yo podemos ser amigos violeta, ¿cuéntame que te gusta hacer?
Entonces fue cuando alce la mirada para responderle a Jonathan y fue ahí cuando lo vi por primera vez, sus ojos me veían con enojo, creo que hice algo que lo molesto, será mejor que me voltee como si nada y siga platicando con Jonathan, pensé.
-pues veras Jonathan me gusta mucho escuchar música, incluso me gustaría aprender a tocar un instrumento musical, pero no tengo el dinero para hacerlo, me gustaría aprender a tocar el saxofón.
-¡wow! Eso sería padrísimo deberías de investigar si hay cursos aquí en la escuela, seguro lo hay.
-sí, quizás lo haga
Enseguida llego el profesor y no cruce más palabras con Jonathan, pero si volví a cruzar miradas con el chico sentado justo enfrente de mí, seguía con esa mirada tan pesada y malhumorada, en verdad creo que le hice algo muy malo o enserio le caí muy mal. Finalmente la clase termino y solo me quedo despedirme de Jonathan, busque a mis amigos, pero al parecer se habían marchado, por lo que me tuve que regresar sola a casa, mientras me encontraba caminando al cruzar la calle mire para un lado y mire para el otro, pero vaya, cual fue mi sorpresa, el chico que se sentó frente a mí que me miraba con odio iba caminando junto a mí y seguía sosteniendo su mirada hacia mí y lo único que se me ocurrió decirle en ese momento fue:
-¡hola!
Me sentí la persona más tonta del mundo, lo acababa de ver, como era posible que no pudiera dirigirle otras palabras, realmente estaba nerviosa, mis manos me sudaban, era algo tan extraño, a lo que el respondió
-¡hola! Oye, olvidaste tu lápiz
- vaya, que distraída soy, muchas gracias.
-me llamo Raúl
-¡ah si! me llamo violeta
-yy… ¿para dónde vas?
-voy a cruzar y tomar el camión que me deje cerca de mi casa ¿y tú?
- al parecer hare lo mismo, ¿nos vamos juntos?
-claro, por mi no hay problema, por cierto que bonita chamarra.
-gracias, es de mi banda favorita.


Al terminas la oración me sonrio y supe que su mirada no era tan malvada, finalmente nos fuimos juntos y hablamos de los gustos que teníamos en común, nos fuimos conociendo más y más. <continuara> 

La Coexistencia de la Vida

La Coexistencia considerada como el equilibrio del bien común a través de la existencia pacifica de distintos elementos. Es gracioso mencionarlo yo soy signo libra, un signo de aire que representa el equilibrio, ¿porque precisamente hablo de esto? vaya todos tenemos una historia que contar, quizás sea mi historia, quizás sea un conjunto de todos los sueños creados en mi mente, quizás es el conjunto de ambas o quizás, solo es un invento mío. Realmente yo me pregunto si eh logrado encontrar el equilibrio en mi vida, es sencillo si lo ves desde otros puntos de vista, yo arrogante, silenciosa, siempre he sido de las personas que prefieren callar y conocer a la gente por sus puntos de vista, no por lo que me demuestran al usar vestimentas lujosas o quizás vestimentas más del tipo humilde, quisiera hacer énfasis que siempre que me preguntan por las personas eh de decir que todas son estúpidas hasta que me demuestren lo contrario ¿en serio? ¿Cómo? Dejando de ser estúpidos con los demás condenándonos a una sociedad tan “moral” el regocijo de criticar al que tiene menos te hace superior, el que te volteen a ver por qué tiene algún accesorio de moda no te hace más, no te hace menos, porque estoy escribiendo esto no quiere decir que sepa más que tú, incluso me considero una persona inmadura, falta de vivencias incluso exceso de imaginación, eso es lo que me hace estar en equilibrio, el punto de no ser una persona en sociedad que tenga una vida monótona, donde la amargura invade, donde el hacer sentir miserable a las personas te haga crecer, donde si no pisoteas eres un grandísimo estúpido, si no aprecias a tú familia que siempre está a tú lado eres realmente estúpido, si no valoras a tus hermanos, dándoles siempre la mano por que finalmente ellos serán los que te acompañaran la gran parte de tú vida, si no es que toda eres un gran estúpido, si no valoras a tú pareja y prefieres un día de diversión con alguien más sin saber que estas destruyendo quizás una vida, quizás más si tienes una familia ¿realmente lo vale? Descuidar a tu familia por tú empleo mal pagado y explotado excusándote de que si no trabajas no comen, no les puedes dar los lujos que ellos quieren; seamos realistas ni trabajando por mas de 20 horas diarias podrás darle a tú familia el tiempo que necesitan, siempre les compraras amor, pero el día que les quieras reprochar la falta de paciencia hacia ti, no te preocupes, nunca la tuvieron, porque nunca supieron lidiar contigo, jamás te tuvieron en la vida ¿y al final quieres compensar el tiempo perdido? ¿Entonces los que están mal son tus hijos? Y todo es un ciclo que a mi parecer ira empeorando con los años, quizás y seguramente en unos años yo seré la arrepentida y no la juzgadora, pero finalmente yo aún no eh tenido ninguna de estas cosas que les platico. Finalmente tengo que hacer un equilibrio ¿cierto?